Carmen Mariscal.Pinta Recuerdo. (Mex) |
"Estar en la piel". Patricia Bravo http://masdepatriciabravo.blogspot.com/ (Col) |
Las artistas contemporáneas latinoamericanas, sin seguir un programa único ni una bandera explícita, se han vuelto decididamente al cuerpo femenino. Con sus trabajos están en la búsqueda de esas “femineidades que puedan tener una corporalidad más allá de las definiciones dadas tradicionalmente en los discursos patriarcales de la filosofía, la religión, la biología e incluso el sicoanálisis”, como lo plantea Griselda Pollock[1] . O sea, están encarnando corporalidades desvanecidas por mistificaciones, imaginarios, negaciones, iconografías cerradas, hurtos y significaciones históricas ejercidas hegemónicamente y desde afuera.
Y esto lo hacen a través de una contra-construcción corporal desde la imagen. La mujer en estos trabajos ya no significa apenas “la diferencia negativa del hombre o su fantasía de ser otro”[2], como ha sucedido tradicionalmente en la historia del arte cuando el cuerpo femenino ha sido su tema. Ahora, éste se construye desde las reflexiones y las miradas propias de unas artistas quienes van más allá de la identidad femenina entendida como una verdad, una naturaleza, una ontología[3] . Ellas buscan su palabra, su imagen y su cuerpo en una constelación de referencias históricas, ideológicas y visuales. A veces positivamente, ofreciendo imágenes consistentes, otras apenas destruyendo visualidades históricas de las que nos entregan sus detritos y preguntas.
Y esto lo hacen a través de una contra-construcción corporal desde la imagen. La mujer en estos trabajos ya no significa apenas “la diferencia negativa del hombre o su fantasía de ser otro”[2], como ha sucedido tradicionalmente en la historia del arte cuando el cuerpo femenino ha sido su tema. Ahora, éste se construye desde las reflexiones y las miradas propias de unas artistas quienes van más allá de la identidad femenina entendida como una verdad, una naturaleza, una ontología[3] . Ellas buscan su palabra, su imagen y su cuerpo en una constelación de referencias históricas, ideológicas y visuales. A veces positivamente, ofreciendo imágenes consistentes, otras apenas destruyendo visualidades históricas de las que nos entregan sus detritos y preguntas.
Así, en sus obras, el cuerpo femenino puede verse “ya no como una esencia, sino como un recurso para potencialidades imaginativas, sicológicas y de la experiencia” [4]. Estos presupuestos teóricos de Pollock pueden verse sin duda desarrollados en muchas de estas imágenes contemporáneas latinoamericanas, obras que inauguran los cuerpos femeninos al momento de visualizarlos, gracias a un lenguaje también inédito que se crea al tiempo con estas auto-representaciones. Los cuerpos femeninos no se buscan como datos naturales preexistentes, sino que emergen al indagarlos.
Con estas imágenes contemporáneas se evidencian los discursos que han producido estos cuerpos, sus inconsistencias, sus veladuras, sus mandatos pero también sus nuevas posibilidades. Allí se despliegan las reacomodaciones históricas, culturales, políticas, sociales, visuales que se están produciendo en los cuerpos femeninos contemporáneos y se instauran como contra-imágenes en un universo visual donde la mujer no termina de encontrar su reflejo.
Con estas imágenes contemporáneas se evidencian los discursos que han producido estos cuerpos, sus inconsistencias, sus veladuras, sus mandatos pero también sus nuevas posibilidades. Allí se despliegan las reacomodaciones históricas, culturales, políticas, sociales, visuales que se están produciendo en los cuerpos femeninos contemporáneos y se instauran como contra-imágenes en un universo visual donde la mujer no termina de encontrar su reflejo.
Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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