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viernes, 29 de julio de 2011

Corpus Christi Vs Corpus Mariae (Anatomía de una virgen 4)


San Agustín. José Juárez. S XVII (detalle)  Museo Soumaya.DF

Al lado del Corpus Christi, el Cuerpo de María, fue el gran cuerpo ejemplar de los tiempos coloniales. Con estas dos imágenes originales, los dominios de lo femenino y lo masculino quedaron claramente establecidos en los territorios americanos. La rejilla categórica que impusieron repartía de maneras inéditas los límites de los géneros, que apenas si coincidían con las clasificaciones vernáculas manejadas  por el pensamiento precolombino.  
Mascarillas Siglo XVIII, "Rostros Metálicos. Publicacion Museo de Arte Colonial. Bogotá.
Colección Prehispánica. Casa Museo Estudio Diego y Frida. DF


Estos dos mundos se plantearon en las antípodas. El cuerpo masculino de Cristo en la cruz se presentaba como la imagen del verdadero cuerpo.  Era el arquetipo universal corporal. Y así se  le representaba allí, casi desnudo, autónomo, pleno, increado.   Era el cuerpo masculino el que representaba el orden cósmico desde la Edad Media:  la imagen del universo se condesaba en un un macrantropos, cuya cabeza era el sol. El universo era como un inmenso cuerpo masculino, mientras en el cuerpo masculino reverberaba el orden universal de los astros en el cielo y el de los hombres en la tierra. Era Cristo-Rey en los cielos, la otra cara del Rey-Divino en la tierra. Era ese cuerpo masculino de Cristo la encarnación de la Iglesia, de la que lo fieles hacían parte jugando el papel de  miembros subordinados a los órganos hegemónicos de la cabeza y el corazón. Todo ese cuerpo, toda esta carne dudosa estaba, además, salvada palmo a palmo por el dolor.

Cuerpo santificado y reescrito por la sangre. Carne llagada para exhibir.




Cristo en marfil. Museo Soumaya.DF

Cristo Agonizante. Madera tallada, s XVI, Museo de Boyacá (Colombia)

El cuerpo de María, en cambio, era un apéndice de aquel, había salido de una costilla suya y había sido creado sólo para albergar la encarnación divina. Las trinidades solían representarse más arriba de ella, para dejar en claro las jerarquías y para enfatizar que a pesar de su apología y sus fanfarrias, María era simplemente la hechura en una especie de laboratorio divino (expresión afortunada de Jaime Cuadriello) de las tres personas masculinas. María no había engendrado a Dios, al contrario, había sido engendrada por él, quien la precedía temporalmente y en poder. Su función era la nutricion física y simbólica. El suyo era un cuerpo que no se definía por sus propiedades o esencia particular, sino por su relación con ese otro Cuerpo de Cristo al que debía concebir, albergar y nutrir. Cuerpo de María sin destino ni propiedades individuales, cuerpo mediador, intercesor, cuerpo para otros. 

Cuerpo santificado y reescrito por la leche. Carne instrumentalizada para ocultar.


Virgen de Belén, detalle, 1604, Mateo Pérez de Alesio, Perú,

1 comentario:

  1. Aunque de forma errada, el arte se apoya de interpretaciones populares. Las pinturas evocan a realidades donde Maria es sierva , pero también compañera. La dignidad de Maria es mas al alta en la tradición de la Iglesia se refleja en obras pictóricas como la Panaghia que de una versión diferente de la persona de Jesús y Maria, Madre e Hijo.

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